Con la llegada del verano puede verse afectada la rutina de las personas con demencia y la de sus cuidadores. Esto puede significar cambios en el entorno, horarios, compañías y hábitos.
Se consideran rutinas a aquellos ritmos de actividad, prolongados en el tiempo de modo regular y estable. Engloban todas aquellas actividades de la vida diaria que realizamos de modo automático llevadas a cabo a la misma hora, mismo lugar, en el mismo orden. Las rutinas tienen como objetivo consolidar hábitos y ofrecen seguridad a la persona.
Las personas con demencia tienen dificultades para adaptarse a los cambios de rutina. Su modificación puede incrementar la falta de autonomía, las alteraciones conductuales y de sueño, puede generar desorientación y sensación de poco control del entorno, entre otras.
Desde Mas Terapia ofrecemos unas recomendaciones generales, para ayudar a las personas con demencia y a sus familias a pasar el verano de la mejor manera posible:
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Levantarse y acostarse siempre sobre la misma hora puede ayudar a mantener los patrones de sueño y descanso nocturno.
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Mantener los horarios estables de las comidas principales y evitar comer en exceso entre horas.
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Evitar las siestas de larga duración para conciliar mejor el sueño por la noche.
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Establecer y mantener horarios de cuidado personal. Por ejemplo, asearse y vestirse tras desayunar para que la persona pueda anticipar la actividad que va a hacer.
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Mantener una rutina de continencia. Recordar y ofrecer a la persona la necesidad de acudir al baño cada cierto tiempo, en función de sus necesidades. Es recomendable cada dos horas para evitar pérdidas de orina.
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Realizar una rutina de actividad física por la mañana y por la tarde, aunque sea sencilla, para evitar la inmovilidad y el exceso de sedentarismo.
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Realizar actividades mentales como sopas de letras, crucigramas, leer un libro, el periódico, etc.
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Proponer actividades sencillas como la realización de tareas del hogar, barrer, limpiar el polvo, hacer la cama, fregar los platos, secar cubiertos, poner la mesa, tender y doblar la ropa, etc.
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Ofrecer actividades de su interés para favorecer la conexión con el entorno y la ocupación del tiempo con tareas que siempre le hayan gustado como juegos de mesa, hacer punto, ganchillo, coser, manualidades, colorear, regar y cuidar las plantas, escuchar música…
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Mantener la hora de la cena, evitando tomar demasiado líquido por la tarde-noche. Esto ayudará a que la persona no se levante al baño durante la noche.
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Mantener, en la medida de lo posible, los horarios y el lugar lo más similares posible a sus costumbres cotidianas pues proporcionan orientación temporal, orden, planificación y adquisición de hábitos.
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Las actividades siempre han de realizarse de la misma manera y en idéntico contexto.
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Si tienen que desplazarse o moverse, es preferible a entornos conocidos. Se recomienda llevar un objeto familiar o cualquier otro elemento que forme parte de su entorno más cotidiano.
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El ambiente debe ser calmado y apacible, organizado.
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Puede ocurrir que no recuerden a personas que no ven habitualmente. No insistir en que ya les conocen.
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Las vacaciones han de ser para todos. El cuidador principal debe dejarse ayudar y es importante organizarse para que no recaiga todo constantemente en la misma persona.
En resumen, las rutinas proporcionan la autonomía de la persona con demencia y facilitan la tarea al cuidador.
No obstante, si tiene alguna duda o desea más información, contacta con Mas Terapia llamando al 687 497 782 o escribiendo a info@masterapiaenmadrid.es.
¡¡¡Mas Terapia, te desea un feliz verano!!!